lunes, 6 de febrero de 2012

[a una amiga]



Entre las cosas que he aprendido en este tiempo es que la vida son capítulos, episodios enlazados unos con otros creando fuertes vínculos, algunos buenos, algunos nefastos; algunos dignos de que no se acabaran nunca y vivir en ellos como si de un sueño se tratase. A veces la vida es totalmente injusta, nos obliga a pasar página forzosamente, a tomar decisiones que no nos gustan, a terminar un capítulo lleno de marcas… lleno de líneas subrayadas, subyacentes, palabras resaltadas, un capítulo al que nos gustaría aferrarnos toda la vida… que ese capítulo fuera nuestra vida…

La vida continua, hay que pasar página, cerrar el capítulo sin aferrarse a él. El dolor nos invade, es inevitable, no es un capítulo de un libro, es de nuestra vida marcada por verdadero amor, por sufrimiento, un capítulo que no volverá jamás… y de volver… ya no sería igual…

Te hablo con el corazón en la mano. Te hablo por lo que yo viví. Te hablo con todo el amor que sentí… con todo lo que sufrí. Sufrí viviendo el capítulo más hermoso de mi vida, y aún sufrí más cuando lo perdí, tú lo sabes, sabes cuantas lágrimas derramaron mis ojos, cuantas lágrimas derramó mi corazón. Y sabes que me encantaría seguir derramando incluso sangre. Sabes que incluso hubiera derramado mi vida… ¡¡si!! Por una persona que me machacó, que me hundió, que me lo arrebató todo, que me arrebató de mí mismo. Me arrancó el corazón del pecho… y asimismo mi cabeza…

Viví perdido, amargado, sin rumbo, suplicando perdón. Perdón por algo que no había hecho. Suplicando oír que me pidieran perdón… a mí… Buscando respuestas, buscando soluciones. He esperado durante tanto tiempo una llamada… la única verdadera solución, la única verdadera esperanza, es seguir viviendo, dejar atrás el pasado, cerrar de una vez el capítulo de tu vida, esa puerta que tanto cuesta cerrar y vivir lo que venga. Ahora vivo tranquilo y sosegado, vivo en mí, en mi mundo. Vivo en un mundo que no es fácil pero no es hostil, y si, a veces aún me asalta el dolor, el recuerdo, el amor… pero sin aferrarme a algo imposible, porque si me aferro a eso, sería mi perdición. La única solución… la muerte…

Se fuerte amiga mía. Mira hacia adelante. Vive la vida mirando al futuro. Suelta los lastres del pasado imposible, unos lastres que nos arrastran al fondo del abismo. Trata de reencontrarte, vales mucho, yo lo sé, tú también. No dejes que el pensamiento amargo de lo que podría ser y no es acabe contigo…

       Mis palabras son para ti. Son sencillas de pronunciar, pero difíciles de entender, “si yo he podido… ¡TÚ PUEDES!” Vive por favor, vive por tí… sonríe, llora, siente… No mueras en vida, no te encierres en un pensamiento doloroso… ¡VIVE! La soledad es dura, y el tener amigos no es suficiente, son una máscara engañosa al dolor, solo tú misma puedes poner fin a esa negrura, Es difícil, lo sé, pero el día que menos lo esperes, un día sin darte cuenta… ¡lo habrás hecho! habrás sonreído, habrás soltado el lastre que tanto te cuesta llevar. Ten fe, hay esperanza, hay vida después de esta muerte, pero es necesario cerrar ese capítulo, es necesario para vivir, para abrir otro. Ciérralo con llave y tírala al fondo del mar. Ten fe en ti misma en estos duros y amargos momentos y se fiel a ti misma…

No hay comentarios:

Publicar un comentario