lunes, 31 de octubre de 2011

[verdugo]



¿Por qué me aferro tanto al pasado? ¿por qué si nunca he sido así? Siempre he sido un luchador… siempre tirando p´alante… un culo inquieto… inconformista… vividor… un aventurero… nunca me he estancado así en una situación… mi vida ha estado llena de cambios… y ahora… ¿por qué? ¿por qué me he estancado? No quiero volver atrás… quiero seguir viviendo… tener de nuevo el mundo a mis pies… y correr descalzo por él… sin miedos… sin temores… sin angustias… gritar al viento… gritar… ¡¡libertad!! Quiero que renazca el “Genghis Khan” que llevo dentro… volver a tener mi Tiempo…

No quiero que el pasado vuelva a mí, entonces ¿por qué? Los días pasan y yo sigo así… anclado… pasan los días… pasan los meses…  y el martillo machaca en mi cabeza… golpea sin parar como herrero en su yunque… quiero y no puedo evitarlo… es firme la mano de mi verdugo… quizás tozudo yo por no querer rebasar la barrera… pero ¿por qué? ¿por qué lo mantengo ahí sí quiero olvidarlo?

Algo está por llegar… no sería justo si no fuese así… ¿por qué no le doy paso ya? ¿es mi verdugo la vehemencia? ¿o soy yo mismo el verdugo de mi propia vida? Pero… ¿por qué? ¿por qué me castigo?

Mi mirada está perdida… anclada en una pared… una pared desangelada… con ojos tristes que miran a la nada… tan solo ven un cuadro… una imagen de un camino con árboles negros a los lados del sendero y una bruma gris que se condensa entre ellos… mi retina clavada en ella se funde como pensamiento de mi vida… ¿Qué habrá tras esa niebla en el camino de árboles negros? ¿Por qué no se disipa la fosca nube que no me deja avanzar?

¿Soy el juez, verdugo y ejecutor de mi propia condena? ¿es mi mano la que sostiene el pesado martillo que atormenta mi pensamiento?

        Mi corazón… mi alma… mi vida pide un indulto… una tregua en esta desazón que me persigue donde quiera que vaya… quiero respirar aire fresco… que el aire purifique mi alma y mi destino…

No hay comentarios:

Publicar un comentario