viernes, 23 de marzo de 2012

[caprichos del destino]


Capricho del destino… como la hoja que el viento arranca de una rama tras una sacudida… que cae dando vaivenes por los flujos del aire… zarandeándola de un lado a otro… corrientes oreas que la mueven a su antojo…  capricho de la naturaleza… capricho del destino… de una vida caprichosa… no conforme con el ajetreo irregular de la caída… es zarandeada por el suelo… aquí y allá… arrastrándola por los polvorientos y áridos campos… sin contemplación… sin dilación…


Capricho del destino… como la hoja que el viento arranca de una rama tras una sacudida… que cae dando vaivenes por los flujos del aire… zarandeándola de un lado a otro… corrientes oreas que la mueven a su antojo…  capricho de la naturaleza… capricho del destino… de una vida caprichosa… no conforme con el ajetreo irregular de la caída… es zarandeada por el suelo… aquí y allá… arrastrándola por los polvorientos y áridos campos… sin contemplación… sin dilación…

Peón en un tablero de ajedrez… preparado para la batalla… en primera línea de fuego enemigo…  sin consciencia de sus actos… deslizado por un tablero frío… con imprudencia temeraria, acata ordenes de una mano suprema… movimientos incontrolados por su voluntad… se enfrenta a su suerte…

Príncipe de cuento de hadas que besa ranas sin hechizo… atraviesa ciénagas y pantanos… lucha contra dragones invisibles… monstruos de mitologías ancestrales… brujas y demonios… arcos y flechas no sirve de nada contra los poderes ocultos que lo acechan… espada en mano se bate en duelo inútil… vida utópica que jamás será alcanzada… príncipe desterrado de su propio relato… rey sin corona… maldito en su vida…

Corchea en un pentagrama sin compás… sin ritmo… sin clave que le dé un nombre… rodeada de silencios mudos que le dan un sonido seco… sin armonía… solitaria en unas rayas que asemejan rejas de una jaula… cautiva en la pauta de un papel arrugado en algún cajón… olvidado por el tiempo… capricho de una equivocación…

Mendigo sin afecto… despreciado como ladrón… sollozos inanes pidiendo calor… rechazado por la sociedad… no siente sino pena por el sometimiento de los demás… vacío de emociones… recela de vientos que traigan cambios… sabe de los caprichos del destino… su protesta es muda... se rebela en silencio… reniega de vida hipócrita tomando su propio camino sin mayor propósito que vivir… vivir tranquilo el resto de sus días… aséptico de los voraces caprichos del destino… encomiable es su decisión…


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