martes, 27 de marzo de 2012

[dos palabras mágicas]



Dos palabras mágicas… dos palabras que desprendidas de sus labios… dos palabras que pronunciadas por ella… me harían vibrar… dos palabras que conseguirían hacerme estremecer… incluso hacerme llorar… llorar de felicidad… esas dos palabras serían la mayor recompensa a mi vida… a la vida que hasta ahora he llevado… dos palabras que albergaría para siempre en mi corazón… dos palabras que protegería hasta la muerte… dos palabras que tan solo viniendo de ella creería de verdad… sin mentiras ni engaños… fruto de la confianza que me ha dado… así me ha ganado… con sus cuidados… llena de completa sinceridad… ternura en estado puro…

Cada noche sueño con ella… su alma descansa a mi lado… me susurra al oído esas dos palabras mágicas… un amplio abanico de emociones me embriaga… elevan mi rango a ser superior… con esas dos palabras sonando en mi corazón… vencería al mismo Dios de la muerte…  a los ángeles oscuros del infierno…  con esas dos palabras recobraría la fuerza de la vida…  tendría en que creer… encontraría de nuevo el sentido a la lucha por vivir… me siento vivo cuando está presente… me siento lleno cuando está mi lado… como alegoría de lo divino… como utopía de vida alcanzada por mis manos…

Dos palabras…  da miedo pronunciarlas… lo sé… su significado mueve montañas… da miedo pisar de nuevo terrenos pantanosos… es lícito el miedo a fracasar… temer que el corazón derrame ríos de lágrimas… mares de dolor… pero que me dices de la hermosa ilusión… de amar y ser amado… no quiero luchar en vano… no quiero fracasar… con los pies firmes en el suelo… quiero proclamarme rey del mundo… de mi mundo…  de nuestro mundo… y reinar… reinar a su lado… con esas dos palabras hondaría alto mi estandarte… grabadas a fuego en mi corazón…  dos palabras mágicas…

Yo también tengo miedo… pero merecería la pena llorar… llorar de felicidad… por algo de verdad… por un alma limpia y pura… sin engaños ni tapujos… por dos personas que aman la verdad…

Algún día llegarán esas palabras mágicas a nuestros oídos… palabras pronunciadas por el corazón… dos palabras que cambiarían la vida… y esta vida no es un juego… hay que luchar… hay que luchar, y vibrar…


sábado, 24 de marzo de 2012

[paraíso]



El agua corre en zigzag por la sinuosa ribera. El arroyo resuena en nuestros oídos, acompasado lo acompaña el leve movimiento de las ramas de los árboles, con el susurro de sus hojas acariciadas por el viento. Los pajarillos contrapuntean en la pasmosa tranquilidad de su armonía. Tú y yo tumbados bajo la sombra del increíble y centenario roble que nos cobija de los abrasadores rayos del sol, un marco comparable tan solo al paraíso que Dios creó para los primeros amantes. Los naranjos al otro lado del río cargados con sus flores primaverales desprenden ese olor tan particular, hacen que sea una pintura digna de salones reales. Tú y yo solos… con la hermosa melodía que nos envuelve. Pequeños haces de luz atraviesan las pobladas ramas, tu cuerpo sudoroso junto el mío… el mismo Olimpo puesto en la tierra para nosotros. Las golondrinas revolotean alteradas trabajando en sus nidos, alterada corre también la sangre por nuestras venas… es primavera… su fragancia penetra por nuestros poros, se impregna nuestra piel con la esencia del deseo. La fina y verde hierba, húmeda tras el rocío de la mañana, es nuestro lecho, su frescor nos mantiene en vilo. Llega una ráfaga de aire compuesta por fragmentos de una sinfonía de hierba buena con estrofas de jazmín entonadas por sopranos. Te incorporas y pongo mi cabeza sobre tus piernas, rodeo tu cintura con mis brazos, acaricias mi espalda… tus mimos llenos de ternura recorren mi piel. Nuestros cuerpos se tocan en tan escasa distancia. El agua nos llama, nos incita, quiere que acudamos, que refresquemos nuestros cuerpos con ella en un baño…

Te levantas, me tiendes una mano para que te acompañe. El agua está fría por el deshielo de la montaña. Nuestros cuerpos desnudos se estremecen, no tanto por el frío si no por la situación, por el deseo. Sin dejar de mirarnos, cogidos de la mano, entramos en el agua chapoteando como niños pequeños, jugando como dos enanos… enamorados…

Tus caricias en mi pelo, en mi cara. El roce de tus dedos que recorren mis labios… tus manos en mi pecho… cada vez más cerca de mí… Nuestros corazones se aceleran juntos… Siento el deseo de tu boca, la sed que tienes de mí… la siento… Me beberías como el vampiro que necesita sangre para vivir. Rebanarías mi cuello y beberías para resarcirte de mí. Siento en el calor de tu piel el deseo de que te ame, equiparable solo al mío por amarte… Mi cuerpo está completamente mojado en el arroyo, empapado por el azahar… Te excita enormemente. Tus deseos por poseerme son infinitos, por probar ese sabor en mi. Estás perdida… y yo loco por ti. La pasión nos desborda, desborda nuestros sentidos. El agua fría del arroyo cubre ahora nuestros cuerpos… que magnifico es el contraste…  el calor que siento dentro de tí… Deseo tu boca y nuestras lenguas juegan unidas con nuestros labios. Deseo tu cuerpo… te deseo a tí…

Maravilloso el compás. Hermosa melodía. Conjunto de placer… deseo puro… contrapunto de pasión… arrebatador… arráncame el corazón…


viernes, 23 de marzo de 2012

[flor de azahar]



Tus palabras llegan a mí en momentos difíciles… agasajándome inesperadamente… tributo inmerecido… halago en una condena… mensajes alentadores para un náufrago inmerso en la desesperación…  mensajes que llenan de destellos la oscuridad de mis días… mi mente divaga hacia un futuro incierto… esperanzas reducidas y ensombrecidas… sin embargo… el brillo de tus palabras arranca sonrisas de mis labios… mi corazón se enternece… mi alma se derrite…

Agradezco tu preocupación… tus mimos y tus caricias… tu día a día sin estar a mi lado… eres grande mi Pequeña… me haces grande… me siento enorme cuando mis ojos ven tus palabras enlazadas dirigidas a mí… son un consuelo… como un gran abrazo de dos amantes… tierno… místico… puro… sin engaños…

Tú has despertado algo dentro de mí que deberá permanecer dormido… después de tanto tiempo mi mente se ha abierto de nuevo… a tí… te debo mi deseo… mis pocas ganas de vivir… parte de mi corazón, Pequeña, está ahí… contigo… lejos de mí… a tu lado… te has ganado firmemente mi confianza… esa confianza que había desaparecido en el mundo entero… nuestras horas no han sido en vano… no… pero he de cerrar de nuevo mis ojos… y volver a dormir… 

Este es mi medio… mis palabras traducen mis sentimientos… reproducen fielmente lo que trasmite mi corazón… mi mente vuela en un cielo abierto... por momentos se libera… se desata… piensa… siente… ojalá fuera un arma poderosa para poder cambiar el destino… mi vida… ojalá mi corazón tuviera la voluntad de volverte loca… pero me encuentro débil en estos tiempos… aparto de mí toda esperanza… solo me quedan papeles en blanco en los que escribir… en los que soñar… 

Sé que es algo sin forma… no tiene cabida nada más… algo con lo que siempre he soñado… y así… en mis sueños… tierna… espectacular… hablándome en mis noches… haciéndome recapacitar… solo así seguirás… me haces pensar que la vida quizá tenga algún sentido… pero lejos… fuera de mi alcance… un sueño roto… como si no… que podía esperar…

Aquí estaré, Pequeña… para llevar la lluvia a tus noches… porque eres grande… muy grande… un encanto… una fusión de amargura y felicidad…  importante en mi vida sin importancia… importante como el azahar en tus campos primaverales… tus palabras son como su aroma que te hace recordar que estás viva… tú eres esa flor de naranjo…  eres mi azahar…