- Yo llamo perseverancia a lo que tu llamas cabezonería. - replicó su tío.
- A veces hay que desprenderse de las cosas.
- Y a veces hay que aferrarse a ellas.
- ¿Y si no se sabe por qué hay que aferrarse a ellas? - inquirió ella - ¿Si se ha olvidado el motivo? - preguntó más alto de lo que pretendía. Las lágrimas le asomaron a los ojos y ya no estaba segura de si seguía hablando del mismo tema.
- Tienes razón, hija mía - dijo él, para sorpresa de ella - En la vida, a veces llegamos a situaciones en las que debemos tomar una decisión. A veces es mejor desprenderse de las cosas en vez de aferrarse a ellas y fracasar... suponiendo que los motivos sean acertados. Pero hay algo que no deberías hacer nunca.
- ¿Qué? - preguntó ella.
- Rendirte - contestó él retándola con la mirada - No deberías rendirte nunca."
De "El Legado de las Runas" de Michael Peinkofer
No hay comentarios:
Publicar un comentario