"Siempre había sido un hombre
introvertido, sin el don de la palabra, alguien que se sentía más a gusto
leyendo un libro o haciendo bocetos que hablando con otra persona. (…)
(…) Y cuando estaba a punto de derramar lágrimas por un amor perdido o un camino no tomado, simplemente continuaba su camino y se quitaba esos pensamientos de la cabeza.”
(…) Y cuando estaba a punto de derramar lágrimas por un amor perdido o un camino no tomado, simplemente continuaba su camino y se quitaba esos pensamientos de la cabeza.”
De “La Piedra de Fuego” de Glenn Cooper
No hay comentarios:
Publicar un comentario