martes, 27 de septiembre de 2011

[condena]



Cautivo… prisionero… atrapado en sus redes, sumiso a sus encantos… me encuentro vulnerable… indefenso ante ella… inerme…

De sencilla belleza, pura… hermosa… así… por los designios del destino… inmaculada hermosura… inocente… sublime por naturaleza… divina, de belleza cautivadora… fascinante… única…

Atrapado entre sus garras… condenado a mil años de sufrimiento… por su belleza… por su amor… Atado con lazos de pasión me debo a ella… mi vida es suya…

Cautivo… prisionero… tocado en lo más profundo del corazón…

Vivir… amar… soñar… morir…
Vivir para amar… soñar para vivir… amar para morir…
Una rosa un poema… un pétalo un verso… una vida un amor…
 un amor un recuerdo… un recuerdo un adiós…
Vivir… amar… soñar… morir…

         La quería con toda el alma… pero ella ya no está… era toda mi vida… una vida con la que ahora solo puedo soñar… sé lo que es vivir de sueños un amor… y no tengo ganas de soñar… ni quiero… quiero morir de amor… ¡¡estoy gritando no vivir!! Al vivir solo consigo sufrir… y yo no quiero sufrir… quiero vivir… o morir…

domingo, 25 de septiembre de 2011

[angustia]



Estoy encerrado en una habitación esperando a que alguien llame a la puerta… estas cuatro paredes  vacías y sin vida son los muros de mi prisión… la persiana esta bajada… dos rayos de luz entran por sus agujeros… dos pequeños halos de luz que junto con la vela que está encendida sobre la mesa al fondo de la habitación la iluminan… vivo en una penumbra… y espero angustiosamente a que alguien llame a la puerta… a esa puerta que permanece cerrada… el pomo está oxidado y yo no consigo hacerlo girar… espero en mi cautiverio a que alguien gire la manilla y que por esa puerta entre de nuevo una inmensa luz… una luz que ciegue mis ojos… que guíe mis pasos hacia la libertad que tanto ansío…

Tengo miedo… tengo miedo de que mis pies después de tanto tiempo parados, de que mi cuerpo después de tanto tiempo inmóvil tendido sobre esta pequeña cama, no sepa reanudar una vida que se quedó parada… estancada casi en el olvido… llevo tanto tiempo encerrado en mi prisión que las cuatro paredes de esta habitación desangelada se están convirtiendo en las paredes de mi corazón…

Sigo esperando… la manilla de la puerta no chirría… la madera del suelo no cruje… nadie viene a abrir… y sigo esperando… por mí solo no tengo la suficiente fuerza para poder girar ese pomo… sigo esperando en la penumbra de la habitación… la vela se consume poco a poco… tengo miedo a que algún día se apague y que la oscuridad sea completa dentro de estas cuatro paredes y que la puerta no se abra… pero yo aquí sigo esperando…