domingo, 17 de enero de 2016

"La Ciencia de la Inspiración"

"He oído que algunos escritores lo llaman el túnel. Algo que se abre, mágicamente, en sus cabezas y les permite viajar hasta un lugar donde las historias, los hechos y sus personajes se describen con claridad. Entonces el escritor solo actúa como cronista de lo que ve. Escribe o teclea tan rápido como es capaz para no perder detalle, antes de que la puerta vuelva a cerrarse. Mira a sus personajes, observa sus expresiones, siente lo que ellos sienten y los ve marcharse en busca de algo. Y él les sigue, como un espía, y nos lo cuenta después.

La ciencia de la inspiración no es muy diferente para un músico. En mi caso, yo hablaría de algo que «viene del cielo», no me pregunten por qué, pero siempre he pensado que «eso» viene del cielo, como una revelación. Una melodía es algo que todo el mundo ve, pero que muy pocos atrapan. Como si fuera una mariposa huidiza, los compositores tenemos una red en la cabeza. Hay redes más grandes, más certeras y otras no tan bien dotadas, pero en cualquier caso, todos nos desvivimos por lo mismo: capturar esa melodía, ese suspiro de magia que «presentimos» que existe a nuestro alrededor, dominarlo y, como si se tratara de una vieja reliquia, restaurar todos y cada uno de sus pequeños y maravillosos detalles que solo un ser supremo ha sido capaz de diseñar. Somos, de alguna manera, médiums capaces de hablar con otro mundo. Un mundo de fantasmas bellos y escurridizos. Fantasmas que están ahí para recordarnos que somos algo más que un animal nacido entre dolores y destinado a morir. Fantasmas que podrían explicarnos el origen del mundo, el tiempo y las estrellas."

De "La última noche en Tremore Beach" de Mikel Santiago

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