miércoles, 22 de abril de 2015

Amor Verdadero

Una mañana agitada, a eso de las ocho y media, un señor mayor, de unos 80 años, llegó al hospital para que le retiraran los puntos de su pulgar. El señor dijo que estaba apurado y que tenía una cita a las nueve, el doctor le pidió que tomara asiento, sabiendo que quizás pasaría más de una hora. Lo vio mirando su reloj y decidió examinar su herida.


Mientras lo curaba le preguntó si tenía una cita con otro médico esa mañana ya que lo veía tan apurado. El señor le dijo que no, que necesitaba ir al geriátrico para desayunar con su esposa. El doctor le preguntó sobre la salud de ella, él le respondió que ella hacía tiempo que estaba allí, que padecía de alzheimer. Le preguntó si ella se enfadaría si llegaba un poco tarde, le respondió que hacía tiempo que ella no sabía quién era él, que hacía cinco años ya que ella no podía reconocerlo. El doctor sorprendido le pregunto: 'Y usted sigue yendo cada mañana, aun cuando ella no sabe quién es usted?' Él sonrió y le dijo: "Ella no sabe quién soy, pero yo aún sí sé quién es ella y la amo". Al médico se le erizó la piel y tuvo que contener las lágrimas mientras el señor se iba, y pensó, "Ese es el tipo de amor que quiero en mi vida.”

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