domingo, 24 de septiembre de 2017

[perlas negras]

Nuevamente el desánimo se cierne sobre mí… los grajos salen de sus oscuras cuevas anidando sobre mi cabeza… portan en sus picos perlas negras… una a una, forman una pesada losa...

Oscuras lágrimas caen de mis ojos… formando un charco de aguas bravas en las que fácilmente podría ahogarme… la corriente me arrastra… flaquea mi entereza… no sé si dejarme ir… el fondo quizás no esté demasiado lejos… necesito descansar…

Sudores fríos recorren mi espalda… frente a mí, en el horizonte, una gran montaña se levanta… su cumbre cubierta por espesas subes… imposible ver la cima… mis piernas pesan… mi cuerpo pesa… mi vida pesa…

Perlas negras… pesados eslabones de perlas negras anillan mis pies… arrastrándolos por ciénagas y pantanos hacia un destino dudoso… una constante… mis entrañas se retuercen… mente inquieta en un mundo caprichoso se vuelve perezosa…

Los cuervos revolotean mi corazón… lo vuelven turbio… egoísta… soy dueño de mi tiempo…

El enfado nubla la razón… mi interior grita, ruje… pero siempre vuelve la calma… estoy tranquilo… la vida continua… la tormenta no dura siempre… vivo mi vida, vivo mi tiempo… digiero perlas negras… los lloros de mi esencia las vuelven blancas… 

Cada día que pasa me doy cuenta que jamás volverá a ser el mismo…
 

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