La resignación es la aceptación con
paciencia y conformidad de una adversidad o de cualquier estado o situación
perjudicial.
La resignación
no es más que un estado sentimental en donde el individuo se muestra en
adaptación pasiva frente a los problemas que se le avecinan día tras día, este
se basa como en una simple “mala suerte” y se aprende a vivir con la situación
que se les produjo en el transcurso de su vida; el individuo que se encuentra
en resignación es, simplemente, un tipo de persona que no posee ánimos de
luchar contra las adversidades presentadas, generando entonces una actitud de
resiliencia frente a ellas, para poder así percibir un poco de calma, esto se
hace en lugar de afrontar las vicisitudes y gastar energías por resolverlas, lo
que provoca que el individuo acepte su realidad como le tocó vivirla, sea como
sea, sin sentir ningún empuje para modificarla a su favor.
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