domingo, 24 de mayo de 2015

Entrada...

"... le bajó un regalo en Nochebuena: dos puñados de nieve. <<Cierra los ojos y abre las manos>>, le dijo. En cuanto sintió la nieve, se estremeció y se echó a reír, pero no abrió los ojos, sino que probó un bocado. Dejó que se le fundiera en sus labios. (...)

Fue el principio de la mejor Navidad de todos los tiempos. Poco de comer. Nada de regalos. Pero había un muñeco de nieve en el sótano."

De “La ladrona de libros” de Markus Zusak

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