La atracción mental es mucho más fuerte que la física; de una mente no te liberas ni cerrando los ojos.
“Si te enamoras
de un cuerpo tiene solución, si te enamoras de una mente, estás perdido.”
Una frase
que últimamente da vueltas por toda la red y que nos da mucho que pensar
¿Habías leído o escuchado esta gran verdad? ¿Quién se puede escapar de ella?.
Cuando
conocemos a una persona lo primero que nos llama la atención sin duda, es su
físico, y la belleza es muy subjetiva, cada persona tiene sus rasgos
distintivos. Es aquí donde entra en juego la atracción la cual es la parte
química del amor, la responsable del interés o deseo que experimentamos hacia
esa persona. La atracción puede ser: física, mental o ambas.
No podemos
negar lo bien que se siente imaginar besar, tocar, sentir a esa persona que
tanto nos gusta, sentir ese placer sexual que nos hace viajar por un mundo de
imaginación y fascinación. Pues esa atracción es en la que primeramente
pensamos, la física. Es la sensación más normal.
Pero una
relación no sólo está basada en atracción física, y si lo piensas así, lo más
seguro es que no va a durar mucho.
Sí, es una
buena base, pero ¿qué pasará después de hacer el amor? ¿de qué hablarán? ¿qué
harán? Lo más seguro es que el placer y la felicidad que sentirás
será momentánea.
Y es ahí
donde entra en juego la atracción mental. Pero no todas las parejas la tienen,
es un tipo de atracción donde se siente una verdadera conexión. Muchos hasta
podrían sentirse intimidados ante tal tipo de conexión producida por la forma
de ser, pensar y actuar de la persona. Y es que hay que admitirlo, es difícil
liberarnos cuando alguien se nos mete en la cabeza y de cuyas palabras no
podemos desprendernos. Por lo que te puedo decir, que si te hace reír, será
tuya, pero ¿si te hace pensar? NO LA OLVIDARÁS.
Lo que atrae
de una personalidad así es que te hace pensar, que te cuestiona, te reta, te
ofrece una conversación inteligente, a la altura, con humor, sus opiniones no
son comunes como las de la mayoría. Es poder hablar casi de todo, es estar
dispuesto a aprender, pero también a enseñar. Atrae porque sabe mirar más allá
de lo físico, de lo que hay, pero también te sabe mirar muy bien a los ojos. Es
un poco extraña, te hace reír, te hace enamorarte. Es esa que si tu mirada se
pierde en el infinito ella puede leer tus pensamientos o simplemente darse
cuenta si te pregunta qué tienes, que el “nada” significa “todo”. Una mente así
siempre te motivará a superarte y ser mejor cada día. Lo nuevo, lo diferente,
eso que no es fácil de encontrar. Es de lo que se trata ese encarcelamiento
mental; día y noche dándole vueltas al mismo nombre, a esa mirada segura y esas
palabras que nos supieron captar.
¿Cómo huir cuando es uno mismo el que se
termina por secuestrar? Al corazón se le atribuyen los sentimientos, pero la
mente sí que sabe cómo enamorar.
Y es que
poseer la mente de alguien no es como poseer el cuerpo. Es mucho más. Es hacer
el amor sin límites. Es permanecer en la misma locura como el mejor lugar del
mundo.
La atracción
mental es fatal porque quiebra la voluntad de la persona que ha sido capturada.
Y la persona conquistada no siente resistencia, hasta que logre romper este
especie de hechizo mental. El principio del verdadero placer existe más allá de
lo que se exprese o piense.
Si te
enamoras de una mente lo identificarás desde el momento que la ves: básicamente
porque te sientes muy a gusto.
Si te
enamoras de una mente no sabrás a dónde ir, porque ella tiene el poder de
volver loco a cualquiera. Es que es tan difícil conseguir a una persona así,
que de verdad sobresalga de los demás. que la hace todavía más interesante. La
belleza no está ligada a la inteligencia, es algo que nunca dejaré de decir, y
si de verdad quieres enamorarte, asegúrate de que haya atracción mental porque
de esa, de esa es casi imposible huir.
“Sentir atracción física es para
todos, sentir atracción mental, no para cualquiera”
(Karla Galleta)
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