
Entraste en el portal… bajé las
escaleras detrás de ti… volviste la cabeza para mostrarme una vez más tu
interés… seguí tu sonrisa que me decía: «¡Ven, quiero ser tuya!». Y te seguí…
seguí tu deseo que me llamaba… me gritaba… decía: «¡Ven!».
La bruma de la pasión se hacía aún más
densa… detuviste tu caminar apoyando la espalda contra la pared… me esperabas…
esperabas tenerme a tu lado… a sentir mi aliento en tu piel… a tenerme tan
cerca que la bruma se hiciera niebla y nos cubriese por completo… y nos cubrió…
y todo nuestro alrededor desapareció… nada nos importó…
Me gustó descubrir el sabor de tu boca… la
suavidad de tu lengua… el tacto de tus
manos en mi espalda… me gustó sentir el roce de tu cuerpo contra el mío… me
gustó notar como crecía dentro de mí… como se me ponía dura con tu pierna entre
mis piernas… con tu boca en mi boca… me gustó descubrir que a ti te gustaba también…
la niebla se hacía densa alimentada por el deseo que flotaba en el ambiente… no
había nada más en aquel portal que eso, el deseo… no había nada más que la niebla que formábamos tú
y yo…
La nube se condensa… la química que
nuestros cuerpos creaban la hicieron crecer… la atmosfera se volvió libidinosa
por el deseo mutuo que bullía… por el roce de nuestros cuerpos… por el juego de
nuestras bocas… por lo que nuestras manos descubrían en su viaje… siguiendo su
instinto…
La nube desembocó en tormenta… nuestros
cuerpos se agitaron… se rozaban, se buscaban… se exploraban… mi boca seguía a
tu boca… juguetona… tus manos sujetaban las mías… mostrándome la suavidad de tu
piel… haciendo de guía en un terreno que no conocía… que deseaba conocer…
Me gustó descubrirlo... me gustó
descubrirte… me gustó la chispa que brotó de tus ojos… la chispa que provocó
que nuestros cuerpos ardiesen juntos en el mar de niebla de la pasión…
BuktopSan
No hay comentarios:
Publicar un comentario